El llamado “matrimonio igualitario”, es usado bajo la premisa de la igualdad en todas las dimensiones del ser humano. Muchos filósofos llamarían a esto utopía, pues la única y perfecta igualdad la encontramos en nuestra dignidad personal.
Esta discusión tiene una dimensión filosófica y otra más jurídica, pero las dos apuntan en la misma dirección: la decisión correcta es admitir el matrimonio igualitario.
El matrimonio igualitario es un nuevo avance hacia una sociedad más igualitaria y pluralista, pues todos tendrían la posibilidad de casarse sin importar la orientación sexual, con lo cual se eliminaría tal vez la última discriminación legal existente contra el grupo LGTBI. Esto sería además un mensaje simbólico fuerte para la sociedad en general, pero en especial para las nuevas generaciones, que tendrían claro que el orden jurídico no admite discriminaciones contra la población LGBT. Y la decisión es incluyente y no le causa daño a nadie, pues no habría ninguna afectación a la libertad religiosa por tratarse de un matrimonio igualitario civil. Las distintas iglesias podrían reservar, conforme a sus creencias, el matrimonio religioso para parejas heterosexuales, de la misma manera que hoy, en el catolicismo, el matrimonio es indisoluble, aunque existe el divorcio para el matrimonio civil.
El matrimonio igualitario es un nuevo avance hacia una sociedad más igualitaria y pluralista, pues todos tendrían la posibilidad de casarse sin importar la orientación sexual, con lo cual se eliminaría tal vez la última discriminación legal existente contra el grupo LGTBI. Esto sería además un mensaje simbólico fuerte para la sociedad en general, pero en especial para las nuevas generaciones, que tendrían claro que el orden jurídico no admite discriminaciones contra la población LGBT. Y la decisión es incluyente y no le causa daño a nadie, pues no habría ninguna afectación a la libertad religiosa por tratarse de un matrimonio igualitario civil. Las distintas iglesias podrían reservar, conforme a sus creencias, el matrimonio religioso para parejas heterosexuales, de la misma manera que hoy, en el catolicismo, el matrimonio es indisoluble, aunque existe el divorcio para el matrimonio civil.
Quienes se oponen al matrimonio igualitario dicen que no habría tal discriminación, pues la unión solemne otorgaría la misma protección jurídica que el matrimonio. Pero esa tesis es inaceptable. Primero, porque hay ciertos déficits de protección que la unión solemne no puede nunca corregir, ya que dependen de las relaciones internacionales, como la posibilidad de obtener permiso de residencia en ciertos países para el cónyuge, de la cual quedan excluidas las parejas del mismo sexo por no poderse casar. Segundo, y tal vez más importante, porque olvida la dimensión simbólica de la discriminación, pues esa separación de regímenes sólo tiene un propósito: defender simbólicamente la supremacía de las mayorías heterosexuales, como lo hizo en su momento la segregación racial en Estados Unidos.
El matrimonio homosexual es un tema controversial sobre todo entre los diversos “grupos de élite iglesia, escuela, familia, e instituciones sociales, jurídicas y parlamentarias, que son los que norman la vida de las personas y también los que discriminan a los grupos minoritarios que se resisten a dichas normas para ser lo que ellos desean ser.
El matrimonio homosexual es un tema controversial sobre todo entre los diversos “grupos de élite iglesia, escuela, familia, e instituciones sociales, jurídicas y parlamentarias, que son los que norman la vida de las personas y también los que discriminan a los grupos minoritarios que se resisten a dichas normas para ser lo que ellos desean ser.
El matrimonio homosexual en el mundo.
Según datos estadísticos el matrimonio homosexual es legal en países como: Holanda,Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal,Islandia, Argentina, Dinamarca, Nueva Zelanda, Uruguay, Francia,Luxemburgo y Brasil. Y también este año se aprobó el referéndum en Irlanda sobre el matrimonio homosexual.Otro país en el que ha sido aprobado es Finlandia, donde el Parlamento aprobó la legalización en noviembre de 2014, pero sólo entrará en vigor en 2017. En Eslovenia, aunque fue aprobado en marzo de 2015, el pasado 20 de diciembre fue anulado mediante un referéndum popular.
Tomado de: El pais.com.co Colprensa
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